Enfrentarse a la realidad es siempre necesario en determinados momentos de la vida. Llevamos desde mediados de Agosto improvisando un viaje al que le queda todavía algo más de un mes de recorrido.
Pero si los numeros no engañaron a Pitágoras, no nos van a engañar a nosotros a estas alturas del siglo XXI. Ayer tocó parar y mirar finanzas. El dinero se va agotando, Nepal esta lejos y los vuelos están muy caros para nuestra economía. Hace nueve años ya intenté ir a Katmandú, pues parece que este año tampoco será. Todo esto me entristeció mucho, pero como siempre digo, dejar de ver por haber visto es tontería.
Este viaje nació para dejarse llevar, sin prisas, viviendo, improvisando cada día. Y ahora es el propio viaje el que nos hace parar para recordarnos precisamente eso.
Hoy por hoy sólo sabemos una cosa, estamos en San Pedro de Atacama, un lugar demasiado especial como para preocuparnos por el mañana. Tenemos un billete de ida a Buenos Aires para el 18 de Noviembre y el resto… El resto ya se verá.
Sigo…